Nube, social y móvil: la aceleración de un mundo de datos más grandes
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Desde los inicios de la industria y el comercio, ha sido una coincidencia que la mayoría intercambio de información entre el comprador y el vendedor, cliente y empresa, fue tratado como un asunto discreto, confidencial y casi íntima. Trust fue ganado, dado que no.
Considere la historia no tan lejana del banco americano local. Los bancos han estado recolectando información personal sobre sus clientes desde hace décadas, remontándose a las consultas sobre un cuaderno, hojas de papel fuerte, y las aplicaciones escritas a mano.La reputación de, el solicitante y el banquero comprador y el vendedor, eran reputación local, con referencias personales y profesionales se limita a los confines de la comunidad y la realidad de la proximidad.
Los bancos grandes y pequeños logrado poco a poco, las instantáneas inconexos de información personal en los procesos aleatorios, no estructurado, y en última instancia ineficaz que tuvieron lugar sin fanfarria sobre la relación de por vida entre el cliente y el banquero local. "Recolección de datos" era nada que encontramos en el plan estratégico, sin embargo, los bancos fueron los destinatarios de la información valiosa con respecto a sus clientes: ingresos, inversiones, historial de pagos, los negocios y las relaciones familiares que involucran dinero. La mayoría de los clientes se basó sólo en sus bancos locales a conocerlos personalmente y por lo tanto ser capaz de hacer recomendaciones y ofrecer asesoramiento financiero personalizado. Cliente-a-computadora interacciones, más tarde conocido como "auto-servicio", seguían siendo una fantasía en la mente de los escritores de ficción como George Orwell.
Durante más de cien años los bancos almacenan sus datos de forma local, primero en archivadores garantizados, a continuación, cajas fuertes, y como pasaba el tiempo, en equipos locales respaldada centralmente, como medida de precaución. Por lo general, la relación con el cliente y el tratamiento de la privacidad se basó en local de proximidad y personal criterio. Si una violación de la confidencialidad se produjo, fue enteramente de carácter local, que generalmente incluye sólo un puñado de individuos, con un impacto mínimo en la comunidad en general y sin duda poco impacto en la entidad bancaria en general. La relación era personal, muy parecido al que encarna George Bailey, el banquero asediado en el film clásico de Navidad Es una vida maravillosa. Pero el panorama de la información del cliente es único también por razones culturales y las normas sociales. Las personas propietarias de su información personal, no bancos. Esta distinción es significativa dado al mundo increíblemente electrónico que ahora nos rodea.
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Hoy en día, este escenario de datos y el concepto de "confidencialidad" es tan anticuado como el cine negro y blanco. La confidencialidad del cliente ya no se analiza a puñados entre consentir y confiar en las personas con vínculos personales y comunitarios. Pocos clientes bancarios viven hoy en el mundo de George Bailey y su pueblo lleno de clientes que conocía por sus nombres de pila. De hecho, es justo lo contrario. Esto no es más que la era emergente del intercambio de datos, sino que es el comienzo de la mayor explosión de los datos personales que el mundo haya visto.
¿Qué explosión? Considere esto: la empresa promedio duplica su cantidad de datos cada año, añadiendo más datos a nuestra economía cibernética de monedas de un centavo en el Tesoro. Los datos no es el más nuevo de los activos, que es el fundamental. Y la computación en nube está haciendo que la agregación de datos más barato y más fácil que nunca, con la creación de APIs nuevas redes de captura a través de una multitud de dispositivos móviles.
La explosión de los datos también se vuelve internacional y no es ni de lejos otra vez. Agregación de datos personales sólo en expansión como más salud, elementos de información financiera y social a encontrar su camino de particulares y empresas en las "nubes" de los ordenadores conectados en red, dispositivos de mano y almacenes de datos masivos. No sólo el mundo de los negocios y profesionales saben cómo recoger más datos, también es capaz de almacenarla a costos más bajos. Los viejos tiempos cuando la confidencialidad y la intimidad personal se llevaron a cabo en capullos de confianza de discretas relaciones individuales han terminado. De datos, el lubricante de la automatización de comercio moderno, es esencialmente suelto en el ecosistema digital. Está fluyendo sin interrupción a través de las fronteras físicas y jurídicas, alimentar a los hambrientos de entorno de datos que hemos creado.
Reputación de la empresa, a la intimidad personal y el riesgo empresarial tienen un significado nuevo y la exposición sin precedentes. Saber cómo tener éxito, o no, de un mundo cibernético es motivo para una mejor comprensión de los puntos ciegos de tecnología, para los individuos y las empresas. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí tan rápido, y hemos evaluado completamente las consecuencias imprevistas de nuestra adicción a la tecnología y la apertura de Internet?
Dado que ahora tenemos la ventaja de mirar hacia atrás, podemos ver una convergencia de tres factores clave que aceleraron la explosión de datos:economía de la información, la informática, la información y la cultura . Los tres factores se han producido tan rápidamente y de tal manera paralela que es difícil determinar qué fue primero o que causó la otra. Cada uno de estos factores se discuten en los artículos secuenciales del libro publicado, Responsabilidad Invisible, la colisión irreversible de Tecnología y Riesgo Operacional .
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